Fran Sieira, referente de la danza contemporánea gallega, nos invita a reflexionar sobre los estereotipos de género en su última obra, Ceibe. A través de una fusión de música tradicional y sonidos electrónicos, y con una mirada profundamente feminista y LGTBIQ+, Sieira propone una liberación de los cuerpos mediante el baile, cuestionando las normas impuestas y celebrando la riqueza del folclore gallego desde una perspectiva transformadora. Ceibe se podrá ver el 29 de noviembre en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife.

 

Fran, tu compañía ha evolucionado hacia una revisión contemporánea del folclore gallego. ¿Cómo surgió la idea de crear «Ceibe» y qué te inspiró a explorar el tema del género a través del baile tradicional?

R- Trabajar desde una revisión del folclore gallego es nuestra razón de ser, y abordar temas sociales es el mayor de nuestros retos. El baile gallego es un baile social, creado por y para el pueblo como señal de identidad. Como sociedad, estamos atravesadas por el género; desde que nacemos, se nos impone un género que condicionará nuestra manera de movernos, expresarnos e incluso nuestra forma de ser. Identificar en nuestro baile tradicional, como en cualquier otro ámbito que afecta nuestras vidas, ese sesgo de género despertó en mí esa inquietud. Investigar cómo desligarnos de ese movimiento estereotipado, creando un movimiento más amable para cada cuerpo, es el principal objetivo de Ceibe.

 

En «Ceibe» se cuestionan las identidades de género normativas y se busca explorar el cuerpo desde una perspectiva feminista y LGTBIQ+. ¿Qué desafíos enfrentaste al integrar estos conceptos con la danza tradicional gallega?

R- El mayor desafío fue, y sigue siendo, desaprender lo aprendido. Hablando de movimiento, desde niñas y niños nos enseñan a movernos de una determinada manera acorde a la identidad de género tradicional impuesta al nacer. Desligarse de esto es prácticamente imposible porque, ¿cómo identificar qué parte del movimiento es impuesto y cuánto es natural de la propia persona? Podríamos decir que nuestro principal objetivo es también nuestro principal desafío: cómo desligar el movimiento del género.

 

El espectáculo utiliza la música de MounQup, combinando elementos tradicionales con sonidos electrónicos y techno. ¿Qué papel juega la música en «Ceibe» y cómo contribuye a la narrativa del espectáculo?

R- Al igual que con el baile, en nuestros espectáculos la música siempre se crea desde una base tradicional. En este caso, Camille, MounQup, ha hecho un trabajo increíble apoyándose en melodías de nuestro folclore y llevándolas a su terreno. La música en Ceibe es fundamental; crea una atmósfera que nos envuelve y nos acompaña a través del imaginario de la obra, desde la opresión y constricción hasta la liberación de los cuerpos.

 

Has trabajado en colaboración con Sergio R. Suárez en la codirección artística. ¿Cómo fue el proceso creativo con él y en qué aspectos crees que su experiencia ha enriquecido la pieza?

R- Trabajar con Sergio ha sido fundamental para que la pieza tenga sentido. Él es el experto en cuanto a cuestiones de género y temas LGTBIQ+, y su carrera artística está centrada en ello. Contar con él en la codirección fue muy inspirador. Sergio ya había pasado por situaciones con las que el resto del equipo nos estábamos encontrando. Abordar un tema así hace cuestionarlo todo, no solo artísticamente, sino también tu propia existencia, tu propia manera de entender la vida y la relación con las demás. Sergio nos guió, nos dio seguridad, nos hizo atrevidas y descaradas… él nos guió en la búsqueda de nuestro baile más libre, más ceibe.

 

«Ceibe» reflexiona sobre los estereotipos de género impuestos socialmente. ¿Cuál es el mensaje principal que te gustaría que el público se lleve al ver esta obra?

R- Ceibe habla de liberación, de romper con los códigos de movimiento preestablecidos. En ella, evolucionamos de unos cuerpos rígidos, encorsetados y constreñidos hacia unos cuerpos con más libertad de movimiento. El principal mensaje que nos gustaría transmitir es que un movimiento libre sería más amable para nuestros cuerpos y que el baile puede ser un mecanismo para crear un espacio liberador rompiendo con estos estereotipos de género normativos. Ejemplo de ello pueden ser las “foliadas”, fiestas folclóricas gallegas, que hoy en día son un espacio seguro para alejarse de la normatividad y donde los roles de género están muy diluidos. Por ello, siempre decimos que Ceibe es un homenaje a las foliadas de hoy en día.

 

El vestuario, diseñado por Érica Oubiña, rompe con las identidades de género tradicionales. ¿Cómo influye esta decisión estética en la percepción del movimiento y la interpretación de los bailarines en escena?

R- El vestuario es una pieza clave en la dramaturgia de la obra: las máscaras, esa maraña de hilos rojos y la uniformidad. Con las máscaras no se puede visualizar el gesto ni identificar a la persona que está en escena. Y con el vestuario uniforme, los cuerpos se desvinculan de un género determinado. Es así como retamos al ojo del público.

 

En marzo de 2024 estrenaste «Ceibe» en Galicia y ahora comienzas la gira estatal en Tenerife. ¿Qué significa para ti y para tu compañía poder presentar esta obra en un espacio tan icónico como el Teatro Guimerá?

R- Estamos muy agradecidas e ilusionadas por presentar Ceibe en el Teatro Guimerá. Plantearnos una gira estatal es para nosotras un sueño, y comenzarla en un espacio tan espectacular como el Teatro Guimerá es maravilloso, un paso importante en nuestra carrera. A través de nuestro trabajo, nos sentimos embajadoras de nuestra cultura y ojalá seamos inspiración para otros colectivos que beben de sus propios folclores. Gracias por darnos espacio y visibilidad en este espacio icónico.

 

¿Qué puede esperar el público del Teatro Guimerá al ver «Ceibe», una propuesta que fusiona danza contemporánea y música tradicional? ¿Cómo se combinan estos dos elementos para ofrecer una experiencia única en escena?

R- El público en Ceibe podrá disfrutar del baile y la música tradicional gallega, pero desde un contexto claramente contemporáneo. Ceibe evoluciona desde el silencio a la catarsis para reivindicar la liberación de los cuerpos a través del baile. Nos gusta decir que Ceibe es una obra transformadora en la que el público saldrá con más preguntas que respuestas. Esa es la idea: abrir debate, hablar del tema… “De lo que no se habla, no existe; y lo que no existe, se margina”. Y el género existe, y del género tenemos que hablar, y mucho.

 

La compañía ha tenido una trayectoria destacada con obras anteriores como «DeMente», que también abordó temas sociales complejos. ¿Qué diferencia a «Ceibe» de tus trabajos previos y qué nuevos horizontes estás explorando con esta producción?

R- Sí, DeMente es una pieza pro salud mental donde visibilizamos una enfermedad muchas veces silenciada por la sociedad y el estigma que sufren las personas que padecen alguna de estas enfermedades. Con Ceibe seguimos abordando temas sociales, pero en esta ocasión desde el género. Son temas muy diferentes que intentamos abordar desde múltiples perspectivas, siempre desde un punto de vista optimista. Cada espectáculo tiene su propia luz. Ceibe es nuestra gran apuesta como compañía. La coreografía, escenografía, vestuario, luz, música… cada elemento escénico es parte fundamental de un todo, que por separado carecería de sentido. Es un espectáculo de danza donde los elementos no están al servicio de las bailarinas y bailarines, sino que son una parte imprescindible de la escena. Concebir la escena como un todo es un antes y un después en nuestro trabajo.