Juan Carlos Rubio, reconocido autor y director teatral, presenta su última creación, El Novio de España, una obra que mezcla humor, emociones y crítica social en un espectáculo inolvidable. La obra, subirá a escena los próximos 29 y 30 de enero a las 20:00 horas en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife. Rubio reflexiona en esta entrevista sobre la importancia del humor como herramienta para generar debate y cómo esta pieza conecta con el espectador a través de situaciones tan divertidas como reales.
La obra se sitúa en 1952, en plena dictadura. ¿Qué retos enfrentaste al adaptar o dirigir una historia ambientada en un momento histórico tan complejo y cargado de tensiones sociales y políticas?
R- El primer reto era hablar de un momento tan complejo y doloroso de nuestra historia más reciente, el exilio provocado por el horror de la guerra, de la manera más delicada posible, intentando comprender tanto a los que decidieron no regresar a España hasta que el dictador hubiera muerto como a los que sí quisieron volver a su tierra a pesar de que fueran a sufrir los duros golpes de vivir en una sociedad sin libertades. Quería que ambas posturas estuvieran reflejadas en el texto. La historia real de Luis Mariano y sus padres exiliados me proporcionó el ángulo perfecto.
La amistad entre Luis Mariano y Carmen Sevilla parece ser el corazón de la obra. ¿Cómo se ha trabajado en escena la química y los matices de esta relación para transmitir su profundidad y conflicto?
R- Luis Mariano y Carmen fueron grandes amigos. Tuvieron una profunda relación de amor, aunque no fuera de carácter sexual, por más que las presiones y la moral de la época presionaran para forzar ese cariz. Además, en este momento en el que padecemos a muchas celebridades con pies de barro creo que es importante volver a traer a los escenarios a inmensos artistas que no debemos olvidar.
Uno de los temas centrales es la identidad sexual de Luis Mariano y las presiones sociales de la época. ¿Qué mensaje esperas transmitir al público actual sobre la aceptación y la lucha por ser fiel a uno mismo?
R- Hay que estar muy alerta con las libertades. Cuesta mucho conseguirlas y, por desgracia, se pueden perder en tan solo un instante. Más que mensajes, me gusta arrojar al público preguntas que ellos deben resolver: “¿Voy a permitir que los demás prohíban mi manera de amar, de sentir, de vivir? ¿Voy a poder “mover las manos” (en esa gran metáfora con el protagonista de la historia) como me dé la gana?
¿Cómo se integra la música en la obra? ¿Es simplemente un acompañamiento o un elemento narrativo que refuerza las emociones y el desarrollo de los personajes?
R- La música es fundamental. No solo porque contamos la historia de dos grandes cantantes como Luis Mariano y Carmen Sevilla. También porque es parte vital de la narración y nos ayuda constantemente a crear los estado emocionales de todos los protagonistas. Contamos con un maravilloso repertorio musical en España y esta trilogía (la primera parte fue En tierra extraña) también quiere recuperar esas grandes y maravillosas canciones. Resaltar la fabulosa labor de Julio Awad en los arreglos de estos temas.
¿Qué te llevó a elegir a Diego Rodríguez, Dídac Flores, Carmen Raigón e Inma Mira para interpretar a estos personajes tan emblemáticos? ¿Qué aportan ellos a la historia?
R- Son el elenco soñado. Necesitaba artistas integrales, capaces de cantar, bailar y, por supuesto, interpretar. Creo que todos y cada uno de ellos hacen una labor extraordinaria. No puedo estar más contento. Son el alma del espectáculo.
Santa Cruz de Tenerife tiene una rica tradición teatral. ¿Qué esperas de la reacción del público tinerfeño y cómo consideras que el Teatro Guimerá enriquece la experiencia de la obra? ¿Has tenido alguna experiencia previa en el Teatro Guimerá?
R- ¡Yo ya me siento medio tinerfeño! Adoro la isla y adoro sus teatros. He tenido la suerte de visitar varias veces con mis obras el Teatro Guimerá, que es una preciosidad y su personal siempre nos trata con un cariño y profesionalidad absoluta. El público siempre ha recibido mi trabajo estupendamente. Espero que disfruten de una obra tan querida para mí como es El novio de España.
La obra aborda tanto una realidad histórica como aspectos emocionales y humanos. ¿Cómo lograste equilibrar ambos elementos para que la trama sea rigurosa pero también conmovedora y accesible?
R- Primero documentándome mucho. Luego, dejando volar mi mente y reconstruyendo una realidad terrible desde el prisma más empático posible. Lorca decía que debemos mirar la historia con imaginación y poesía. Eso he intentado. No lo hubiera conseguido sin el fabuloso equipo que ha trabajado en todos los aspectos de esta cuidada producción.
Aunque está ambientada en 1952, El novio de España parece tener ecos muy actuales. ¿Qué crees que el público puede aprender o reflexionar al conectar con esta historia en el contexto de hoy?
R- El teatro es un espacio magnífico para entretener y concienciar. Creo que ambos aspectos pueden estar unidos. Creo que en El novio de España conseguimos que el público disfrute esa hora y media, con humor, canciones, tensión y, además, pueda salir del teatro con un buen tema de conversación y ganas de saber más de esa oscura época de nuestra historia y de las canciones y vidas de esas dos leyendas que fueron Luis Mariano y Carmen Sevilla.